jueves, 21 de junio de 2012

¿Qué pasa con el libro?




En cierta forma es simple hablar de libros. Ojo: Que hable de simpleza no representa una facilidad al manejar el tema. Los libros son y serán por siempre un tema de mucha polémica, hay para toda mente y todo gusto. No existen libros malos, existen malos lectores que dan la idea equivocada del ejemplar.

Cabría destacar que yo aprendí a apreciar a tan bellas obras de arte de un día a otro, puesto que no me consideraba una persona que viviera por la lectura. Leí el afamado libro "Le Petit Prince" cuando apenas tenía cinco o seis años cuando mucho, pero mi amor por ese ejemplar no se fomentó hasta los doce, cuando lo volví a leer y comprendí todo lo que quería decir.



Considero a los libros una medicina para el mundo actual, les daré un ejemplo:
Hace no mucho llegué a mi casa, me eché sobre la cama, ésta crujió. Me sentía cansada y algo adolorida por el estrés al que fui sometida en la mañana, en esos momentos tenía gripe. Estaba naciendo dentro de mí una migraña que cada vez se hacía más molesta, y así, fue creciendo hasta volverse una garrapata insoportable. Me tranquilicé por unos momentos y encontrándome tan aburrida, tomé uno de mis libros y continué la lectura que pausé la noche anterior. La migraña desapareció, el cansancio igual.



Es fantástica la forma en la que un libro puede llegar a enamorarnos y enseñarnos grandes lecciones para el día a día.
En la actualidad, es bien sabido que las personas de vez en cuando no se dan el tiempo de leer cosas que sobrepasen los límites de lo "normal", y, aquellas que lo hacen, de vez en cuando son vistas como extrañas o ridículas; pienso que las ridículas son aquellas que tachan de "extraño" a alguien por su lectura, más si éstas son personas que nunca se han dignado a leer un libro que requiera de buena mente, paciencia e interés.

Entre estos años, he logrado definir a los lectores en dos clases que en un momento explicaré. Perdonen si alguno se siente ofendido con dichas definiciones, pero es mi opinión y quizá también sea la opinión de varios.
Grandes lectores: Un gran lector es la persona que lee porque quiere hacerlo. No discriminan a un libro por autor o género, pueden tener sus preferencias, es normal. De vez en cuando se les ve sonreír al leer, entran en la historia, analizan y reflexionan.
Gente patética: Son aquellas personas que leen sólo por moda. Seguramente dicen "La Filosofía es de viejos aburridos" o "¿Borges? ¿Quién es ese?". Les suelen gustar los libros de vampiros que brillan, ya que no tienen la paciencia y mentalidad para leer libros como Harry Potter o Cumbres Borrascosas. Son una decepción, pero tienen arreglo, sin embargo, se deben aplicar esfuerzo y muchas páginas de grandes libros. Suelen dejar lo que leen a medias.

Ahora, quisiera dar a entender que hay un punto medio entre ambas definiciones, aquellos que alguna que otra vez leen por moda algún libro pero tienden a reflexionar y de vez en cuando a citar frases del ejemplar que lean. Casi siempre terminan un libro.
El mundo de la literatura es extenso, se adapta a todo y lo complace todo, es por eso que jamás se podrá decir que un libro -sea cual sea- es inútil o un desperdicio. Recuerde siempre que lo que para usted es un desperdicio, quizá para otro sea el mejor libro escrito.

Entre mis libros preferidos están: Como agua para chocolate, Ficciones, El principito y Ojos de Perro azul. Son muchos más, pero estos 4 son los que más atesoro por los recuerdos que traen a mi mente.

Si usted no ha disfrutado aún del extenso y fascinante mundo de la literatura, por favor, levántese y lea lo que más llame su atención, la portada también cuenta a pesar de lo que digan, sin embargo, no sea vago, lea el prólogo primero.

Chie~



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